Para hacer las rosquillas utilizaremos la misma máquina que utilizamos para hacer las rosquillas de chocolate y avellanas.
Ingredientes:
- Panceta
- 3 vasos de harina
- 2 huevos grandes
- 1 sobre de levadura
- 2 vasos de agua
- 1/2 pastilla de caldo de carne
Cortamos la panceta en tiras muy finas
y la freímos de igual forma que lo haríamos si nos la fuéramos a comer tal cual.
Cuando esté hecha, la dejamos enfriar.
A parte, mezclamos la harina con los huevos, el agua la levadura y la pastilla de caldo de carne hasta que nos quede una masa sin grumos.
Cuando tengamos la masa hecha, añadimos la panceta
Y lo mezclamos todo bien.
Es importante dejar enfriar la panceta, ya que si la mezclamos con la masa mientras aún está caliente, la masa empezará a cuajar.
Siguiendo las instrucciones que vienen en la máquina, engrasamos los moldes con aceite y cerramos la máquina hasta que llegue a la temperatura adecuada (la mía tiene una luz que se enciende cuando llega a la temperatura).
Cuando la temperatura sea la adecuada, la abrimos y echamos un poco de masa en cada molde.
Hay que ir con cuidado ya que al haber panceta, esta puede quedar fuera del molde, así que quizá convenga ayudarse de una cuchara para hacer que toda la masa y panceta quede dentro del molde.
Cuando tengamos los moldes llenos, cerramos la máquina y dejamos que la masa se haga durante 4 o 5 minutos.
Pasado ese tiempo, podemos abrir la máquina para ver si la masa ya está hecha.
Si lo está, sacamos las rosquillas, las dejamos enfriar un poco y ya están listas para comerse.
Veremos que si ha quedado masa fuera del molde, esta está más crujiente que la que hay dentro del molde, con lo cual es relativamente fácil quitar esa masa sobrante y hacer que las rosquillas queden redondas.
Por fuera puede parecer que las rosquillas no tienen nada dentro, pero una vez le demos el primer mordisco, veremos los trozos de panceta.
Por último decir que si queremos una comida a base de rosquillas, de podemos comer las rosquillas de chocolate y avellanas de postre.
y la freímos de igual forma que lo haríamos si nos la fuéramos a comer tal cual.
Cuando esté hecha, la dejamos enfriar.
A parte, mezclamos la harina con los huevos, el agua la levadura y la pastilla de caldo de carne hasta que nos quede una masa sin grumos.
Cuando tengamos la masa hecha, añadimos la panceta
Y lo mezclamos todo bien.
Es importante dejar enfriar la panceta, ya que si la mezclamos con la masa mientras aún está caliente, la masa empezará a cuajar.
Siguiendo las instrucciones que vienen en la máquina, engrasamos los moldes con aceite y cerramos la máquina hasta que llegue a la temperatura adecuada (la mía tiene una luz que se enciende cuando llega a la temperatura).
Cuando la temperatura sea la adecuada, la abrimos y echamos un poco de masa en cada molde.
Hay que ir con cuidado ya que al haber panceta, esta puede quedar fuera del molde, así que quizá convenga ayudarse de una cuchara para hacer que toda la masa y panceta quede dentro del molde.
Cuando tengamos los moldes llenos, cerramos la máquina y dejamos que la masa se haga durante 4 o 5 minutos.
Pasado ese tiempo, podemos abrir la máquina para ver si la masa ya está hecha.
Si lo está, sacamos las rosquillas, las dejamos enfriar un poco y ya están listas para comerse.
Veremos que si ha quedado masa fuera del molde, esta está más crujiente que la que hay dentro del molde, con lo cual es relativamente fácil quitar esa masa sobrante y hacer que las rosquillas queden redondas.
Por fuera puede parecer que las rosquillas no tienen nada dentro, pero una vez le demos el primer mordisco, veremos los trozos de panceta.
Por último decir que si queremos una comida a base de rosquillas, de podemos comer las rosquillas de chocolate y avellanas de postre.
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