Ingredientes:
- 1 pollo entero o en trozos
- 1 naranja grande
- 1 o 2 limones
- 1/2 vaso de vino blanco
- Sal
Lo primero que tenemos que haces es cortar el pollo en trozos. Si no se quiere hacer esto, siempre se puede comprar el pollo despiezado o simplemente una cierta parte del pollo (pechuga, muslo, ala...)
Cuando el pollo está cortado, lo ponemos en la cazuela y lo freímos un poco para que coja color.
Mientras el pollo se va haciendo, pelamos la naranja y el limón y los cortamos en tacos que echamos por encima del pollo junto con la sal al gusto.
Si queremos que la salsa nos quede más bien ácida, le podremos 2 limones, sino, con 1 solo es suficiente.
Tapamos la cazuela y dejamos que se vaya cocinando durante unos 45 minutos.
Veremos que el limón y la naranja van soltado el zumo, así como el pollo irá soltando agua. Durante los 3/4 de hora que lo tenemos cociendo, le vamos dando vueltas al pollo para que se vaya impregnando del zumo, y ya de paso, le echamos un poco de la salsa por encima.
A medida que vamos moviendo el pollo, veremos que tanto el limón como la naranja se van desmenuzando, no pasa nada.
Al cabo de 45 minutos, cuando el pollo ya esté casi hecho, le echamos el vino y lo dejamos cocer todo junto otros 10 minutos más.
Pasados esos 10 minutos, apagamos el fuego y ya tenemos el pollo listo para comer.
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