- 150g de carne picada
- 1/2 vaso de alubias pintas
- 1 cucharada de chili en polvo
- Un poco de cebolla
- 2 guindillas o cayenas
- 1 vaso de agua con pastilla de caldo, o un vaso de caldo de carne
- 1/2 vaso de tomate frito o puré de tomate
- Sal
Ponemos las alubias en agua unas 12h antes de hacer el chili. 1/2 vaso pueden parecer muy pocas alubias, pero al tenerlas en agua crecen mucho.
En un cazo con un poco de aceite, freímos la carne picada y la cebolla cortada en trozos pequeños.
Cuando la carne esté hecha, añadimos el chili en polvo y la cayena y le demos un par de vueltas para que la carne absorba un poco el sabor del chili.
Echamos el vaso de agua y la sal al gusto y esperamos hasta que esta empiece a hervir.
Cuando empiece a hervir, echamos las alubias. Si vemos que el caldo no cubre todo, echamos un poco más, ya que sino, las alubias que no estén metidas en el agua, no se harán.
Otra cosa importante a tener en cuenta, es que interesa que la cayena quede metida en el agua. Esta tiende a flotar, así que sino la cubrimos con las alubias o la carne, que la obligue a estar sumergida, subirá. Es importante que esté metida en el caldo, ya que es la que le dará el sabor picante, por lo tanto, si está flotando encima del caldo, no lo dejará tan picante como debería.
Una vez el caldo empiece a hervir, lo dejamos hasta que queden un par de dedos de caldo. En ese momento, añadimos el tomate frito o el puré de tomate y lo dejamos todo hasta que las alubias estén hechas y el caldo se vaya evaporando. Si vemos que nos quedamos sin nada de caldo, pero las alubias aún no están, le añadimos un poco, pero siempre teniendo en cuenta, que al final no nos tiene que quedar nada de caldo, o muy poco y más bien espeso.
Cuando las alubias ya están hechas, el chili está listo para comer.
Lo podemos acompañar de unos nachos.
Con 2 cayenas quedo bastante picante, así que si no queréis que quede muy picante, con 1 es suficiente, y al contrario, si lo queréis muy picante, añadid más.
Por último, solo queda decir:
En un cazo con un poco de aceite, freímos la carne picada y la cebolla cortada en trozos pequeños.
Cuando la carne esté hecha, añadimos el chili en polvo y la cayena y le demos un par de vueltas para que la carne absorba un poco el sabor del chili.
Echamos el vaso de agua y la sal al gusto y esperamos hasta que esta empiece a hervir.
Cuando empiece a hervir, echamos las alubias. Si vemos que el caldo no cubre todo, echamos un poco más, ya que sino, las alubias que no estén metidas en el agua, no se harán.
Otra cosa importante a tener en cuenta, es que interesa que la cayena quede metida en el agua. Esta tiende a flotar, así que sino la cubrimos con las alubias o la carne, que la obligue a estar sumergida, subirá. Es importante que esté metida en el caldo, ya que es la que le dará el sabor picante, por lo tanto, si está flotando encima del caldo, no lo dejará tan picante como debería.
Una vez el caldo empiece a hervir, lo dejamos hasta que queden un par de dedos de caldo. En ese momento, añadimos el tomate frito o el puré de tomate y lo dejamos todo hasta que las alubias estén hechas y el caldo se vaya evaporando. Si vemos que nos quedamos sin nada de caldo, pero las alubias aún no están, le añadimos un poco, pero siempre teniendo en cuenta, que al final no nos tiene que quedar nada de caldo, o muy poco y más bien espeso.
Cuando las alubias ya están hechas, el chili está listo para comer.
Lo podemos acompañar de unos nachos.
Con 2 cayenas quedo bastante picante, así que si no queréis que quede muy picante, con 1 es suficiente, y al contrario, si lo queréis muy picante, añadid más.
Por último, solo queda decir:
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